MADRID 179 MADRID

El municipio de Anchuelo se encuentra a unos 10 kilómetros de Alacalá de Henares y a 30 aproximadamente de la capital, cerca de la vega del Henares.
El nombre de Anchuelo tiene su origen en la referencia al lugar abierto y despejado en la escotadura de un pequeño valle, “anchuelo” es ancho, y de ahí el origen del topónimo.



Andrés Marín refiere este mismo origen a finales del siglo XIX: “…edificados los primeros edificios en terreno llano y ancho, desprovisto de toda elevación, hubieron de llamarle Anchuelo, cuyo nombre se conoció durante las dominaciones visigoda, árabe y cristiana, y con él ha llegado hasta nosotros sin sufrir la más pequeña modificación “.
El origen de esta villa de la campiña alcalaína, basándose en restos encontrados, es romano con una antigüedad aproximadamente de unos 2000 años.


También Andrés Marín nos asegura haber confirmado que se trata de un pueblo con mucha antigüedad, así: “…según refiere la tradición y se ha justificado por los cimientos descubiertos de sus primitivas construcciones, las primeras casas de este pueblo las hizo una familia hispano-romana, que tanto se resistió a profesar la religión visigoda, como a obedecer y cumplir las leyes de aquella larga dinastía… “.



La proximidad con Santorcaz, uno de los municipios más antiguos de la zona y los restos arqueológicos encontrados, avalan ésta hipótesis sobre la antigüedad del origen de este municipio. En el año 1118, Alfonso VI conquista Toledo quedando Alcalá de Henares libre del dominio árabe.
Tras la Reconquista, Anchuelo por donación real pasó a depender del arzobispado de Toledo junto a todas las villas y aldeas de Alcalá, y estas gozaron de numerosos privilegios reales.
El primer fuero que ayudo a repoblar la zona se realizó bajo la supervisión del Arzobispo don Raimundo, pero no fue hasta el fuero de Jimenez de la Rada en 1233 cuando se consiguió una ley común a todas las tierras de Alcalá.



Aunque no hay pruebas ni testimonios que lo acrediten, es posible que Anchelo perteneciese al Señorío de los Mendoza desde la edad Moderna por su proximidad a Meco.
En el siglo XVI, el Cardenal Cisneros otorgó un nuevo fuero más ventajoso que los anteriores. En el año 1579, durante el reinado de Felipe II, fue separado de las posesiones toledanas para vendérsela al Marqués de Auñón, D. Melchor de Herrera.



Los vecinos ejercieron su “derecho a tanteo” en 1582 y ésta venta no se hizo efectiva. Este “derecho a tanteo” permitía a los vecinos pagar para comprar su propia jurisdicción igualando el precio requerido por la Corona al Señor.
Según texto recogido en las Relaciones de Lorenzana: “ Antiguamente fue aldea sujeta a la jurisdicción de Alcalá de Henares, perteneciente a la mitra y dignidad arzobispal de Toledo, de la cual, siendo arzobispo el señor D. Gaspar de Quiroga, cardenal, en virtud del breve de nuestro Santo Padre Gregorio Decimotercio, se extrajo por el señor Felipe Segundo, en 1579, dándole en justa recompensa a la mitra, dos mil cuatrocientos veinte y un maravedíes anuales en las alcabalas de Toledo, y tomada posesión de dicho lugar a nombre del rey D. Felipe en 19 de julio de 1581 años, habiéndola vendido Su Majestad a D. Melchor de Herrera, Marqués de Auñón, se tanteo a si misma y obtuvo el privilegio de villa por sí y sobre sí que le dio el expresado señor D. Felipe, de perpetua memoria, año de 1582”



El municipio de Anchuelo se mantuvo como villa de realengo hasta el siglo XVIII y como tal aparece tanto en el Censo de Aranda como en las Relaciones de Lorenzana.
En cuanto a actividades económicas se refiere, la principal riqueza económica en Anchuelo en el siglo XVI, venía de la agricultura. La ganadería era escasa y sobre todo se centraba en la cría de corderos y becerros. La caza más común en la zona eran las liebres y las perdices; así mismo, contaban con un molino de aceite.
En el siglo XVIII, la principal actividad económica seguía siendo la agricultura con cultivos de trigo, cebada, centeno, cáñamo, nabos, vino y aceite, conservando aún el antiguo molino de aceite.



La ganadería era escasa y principalmente los animales se dedicaban a la labor. En las Relaciones de Lorenzana se amplía la información sobre la economía en ese mismo siglo: “ Los frutos principales que produce el territorio de esta villa consisten en granos trigo, cebada, avena, aceite y vino. Las cantidades de dichos frutos, inclusas las cosechas de forasteros que diezman en sus iglesias sacramentales, asciende un año por otro la de trigo a cuatro mil y quinientas fanegas; cebada a dos mil y quinientas; avena a seiscientas fanegas; vino cuatro mil arrobas; aceite mil y cien fanegas. También se coge algo de centeno – un año con otro, cien fanegas -, algunos garbanzos y pocas almortas”.


A finales del siglo XIX, Andrés Marín nos aseguraba que: “…la agricultura de Anchuelo no se halla tan decaída como en algunos pueblos, pero pudiera estar en un estado mucho más próspero, si los labradores, en lugar de esperarlo todo de los abonos que distribuyen y de los fenómenos atmosféricos que suceden, recogiesen por medio de un buen sistema de acequias las abundantes aguas que brotan de las diversas fuentes esparcidas por su territorio”.


En el año 1833, el ministro de Fomento Javier de Burgos, realiza la división administrativa del Reino de España e inscribe a Anchuelo dentro de la provincia de Madrid.
Durante la Primera Guerra Carlista, en la disputa por el trono de Estaña, en el intento de la toma de Madrid por el general Zarriategui, sus tropas ocuparon terrenos de Anchuelo y el vecino municipio de Santorcaz. En el mes de septiembre de 1837 se produce la retirada de estas tropas carlistas ante la llegada de las tropas al mando del general Esparteros.

Destacar como anécdota, que en Anchuelo nació el 15 de bril de 1624 Andrés Llorente, famoso músico conocido como “El Maestro”. Se graduó en la Facultad de Alcalá, en la que llegó a ocupar la plaza de organista de su capilla en 1653.



Actualmente, Anchuelo ha dejado la actividad agricola como un recurso mínimo y residual, sólo un 7% de la población activa se dedica a esta actividad. No obstante, el municipio aún conserva un pequeño resquicio de actividad ganadera.
El sector servicios está ocupado por más del 50 % de la población activa, siendo el que más se ha desarrollado junto con la industria con un 22 % y la construcción con un 13 %, que conforman los pilares de la actividad laboral de los habitantes de Anchuelo.






LUGARES DE INTERÉS
IGLESIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA:

Está situada en la parte más alta del pueblo entre la plaza homónima y las calles del Agua y Huesario, haciendo referencia al osario del antiguo cementerio anejo.
La entrada al templo se efectúa por la portada situada a los pies del lado de la Epístola. Consta de tres naves con cabecera y coro alto a los pies. Las naves se encuentran separadas por arcos de medio punto sobre pilares exagonales.
Marín en el siglo XIX nos decía: “… para tributar al culto católico, que es lo que profesan con viva fe y extraordinario fervor todos sus habitantes, conservan una iglesia parroquial de antigua construcción, bajo la advocación de Santa María Magdalena. Convenientemente restaurada, a medida que el aumento de sus feligreses la ha reclamado, se encuentra hoy dividida en 5 altares, tan bien adornados como asistidos por sus más fervientes devotos”

La iglesia fue construida entre los siglo XVII y XVIII, pero se cree que su origen puede ser una construcción del siglo XV. Es de ladrillo, mampostería y sillares de piedra.
La torre de sillarejo con sillares en cremallera en las esquinas, se encuentra en la cabecera del templo y se compone de dos cuerpos, en el superior de ladrillo, es más moderno que el resto, y es donde se encuentran alojadas las campanas.



ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA OLIVA

El origen del nombre se debe a que según la tradición, la Virgen se apareció en una oliva. Esta ermita ya aparecía en las Relaciones de Felipe II de 1576.

Está situada en el punto que desemboca el camino homónimo en la colada del camino de la Barca.
El libro de cuentas de la ermita comienza en el año 1570 pero puede ser anterior a este año al faltarle algunas hojas.

Cuentan en aquellos tiempos que al acercarse al camposanto de noche se podían ver unas luces anaranjadas sobre las lápidas y las cruces de mármol. Las opiniones sobre el origen de estas luces eran diversas, como de costumbre, algunos vecinos decían que se trataba de fuego fatuo, y otros que se trataba del reflejo de las farolas del pueblo. Ante éste dilema que preocupaba tanto a los vecinos y había llegado a otros lugares, el alcalde ordenó apagar todas las farolas durante diez minutos.



Ante los muchos vecinos y forasteros congregados frente al cementerio, comprobaron que al apagar las farolas desapareció el reflejo y los supuestos fuegos fatuos acabando así con el dilema y la historia que se estaba construyendo.
Existen dos leyendas en la memoria de Anchuelo, estas son, el llamado “Secreto de Anchuelo” y la de “Pedro Chivo”.
EL SECRETO DE ANCHUELO
“Hace ya tiempo, en este lugar donde hoy los viñedos han desaparecido de sus campos, vivieron dos personajes pintorescos, que no por ignorantes fueron menos queridos, ni por carentes de belleza menos considerados. De pastores ejercían en estas tierras Cipriano y Pepe, cuando, por esto, aquel día de aquel año pasaron a la posteridad. Hallábase Cipriano en sus faenas de pastoreo en el sitio del Cerro de la Cruz y en el mismo instante en el Cerro de tío Bernardo encontrábase Pepe recreándose con su rabel. Escuchó Pepe un mensaje de Cipriano que, por la distancia y el viento en contra tardó dos horas en descifrar.
Así gritaba Cipriano:
-¿Sabes, Pepe, que me caso? ¡Pero de esto nada abajo! –
Los vecinos de Anchuelo, situados en la calle que divide ambos cerros y que de sordos tenían lo que yo de chino, entendieron sin esfuerzo lo que decía el cretino. Un vecino labrador que araba en el carrascal de esto también se enteró y más tarde allá en su pueblo a todos se lo contó.
Así nos cuenta la historia
sin trampa ni falsedad
el gran secreto de Anchuelo
que se supo en Santorcaz.
Desde entonces, muchas personas en el mundo los han imitado intentando descubrir cosas que todos saben, y seguro que antes de estos hubo muchos otros, pero sólo Cipriano y Pepe pasaron a la historia por este “Secreto a voces”. (Fuente: Web del Ayuntamiento de Anchuelo)




SECRETO DE PEDRO CHIVO
“Situado en Alcalá de Henares, a mediados de la Edad Moderna; Pedro cruzaba aquella tarde de invierno una vez más las tierras de Anchuelo montado en su caballo blanco; tenía 27 años, piel clara, pelo rubio, labios gruesos y complexión normal. Su amada novia le esperaba en la ciudad de Pizna (después Pioz)
Aquel era un día importante y delicado para ambos, decidían la fecha de la boda y definitivamente el lugar de residencia. Irene, apegada intensamente a su padre, se cegaba queriendo residir en Pizna. Intentaba, con muchas dificultades, entender la necesidad de morar en Alcalá, pero no lo conseguía. Pedro, dueño de un telar ubicado en dicha ciudad no podía, por tal negocio, acceder a esta petición basada únicamente en la pasión de la hija por el padre, o quien sabe sí por falta de un verdadero amor.
Hablaron acaloradamente durante horas, pero lo único que consiguieron fue discutir para terminar ultrajándose:
– ¡Quiera el cielo que té mates hoy con el caballo y te salgan cuernos como a los chivos!
De regreso, un rayo asustó al equino y así ocurrió. Aunque nadie sabe con certeza si fueron cuernos lo que le salieron o dos hermosos chichones que en semejantes partes le aparecieron antes de morir debido al porrazo que se pegó.
Lo cierto es que en tal sitio hay una columna con una cruz desaparecida (no en las mentes de las gentes del lugar), recordando tal suceso.
Así pasa esta leyenda,
Que terminó al no acordar,
A media legua de Anchuelo
Y a unas cuantas de Alcalá.”
( Fuente: Web del Ayuntamiento de Anchuelo)






FOTOGRAFÍA: Antonio Martínez Rodríguez
REFERENCIA DOCUMENTAL:
DOCUMADRID: Tierras de Alcalá. Valle del Henares
CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA. Comunidad de Madrid
- De los textos: Documadrid (Reyes García Valcárcel, Ana María Écija Moreno y Soledad Valcárcel Moreno)
- Web del Ayuntamiento de Anchuelo
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